Mi alma se abre en los profundos océanos
calzándose pasos en la calma
desgranándose en la playa.
La oscuridad de lo desconocido
se torna luz que desde el corazón
quisiera correr tranquila por sus desvelos.
Traed corriendo las amarras
para que pueda tomar puerto en mi destino
y nacer de nuevo en las plazas
donde aún juega mi ser de niño.
La infancia que parecía rota
se reconstruye en los aromas dormidos.
Ya he vuelto a vivir lo vivido
a jugar a la pelota y pasear caído.
No debo decir morimos sin antes
vivir amando cada huella de mis pies
cansados, rotos, doloridos.
Será la luz de esta tarde de penumbra
la que corrompe todo al borde del precipicio.
Nos lanzamos sin cobardías
sin miedos ni resquicios,
a los abismos de un ser que cae
irremediable en lo profundo y
despierta entre aguas de olvido.
Vivir, después de volar, bucear
de nuevo, sin pesos, ligero y VIVO.
Jorge Muñoz Bandera
Así o parecido es lo que siento cuando veo el mar. Luz y oscuridad, unas veces me ahogo, en cambio otras me tumbo a contemplar las estrellas.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias!! Me alegra leerte!!
Me gustaMe gusta
Un gran poema.
Me gustaLe gusta a 1 persona