RESEÑA DE MORIR EN NOVIEMBRE

Título: Morir en noviembre

Autor: Guillermo Galván

Año de edición: 2021

Editorial: HarperCollins Ibérica, S.A.

N° de páginas: 464

SINOPSIS

Morir en noviembre es el tercer y último libro, hasta el momento, de la saga que Guillermo Galván está escribiendo sobre el inconformista y contestatario detective privado Carlos Lombardi.

Después de Tiempo de siega y La virgen de los huesos, Guillermo Galván continúa con esta novela histórica y de género negro, compuesta de 5 capítulos. En ella, nos lleva a acompañar a Lombardi en un nuevo y enrevesado caso en el que se ve inmerso cuando acepta un trabajo de investigación para el esclarecimiento de una desaparición.

A partir de ahí, Lombardi se topará de frente con un entramado de espionaje implantado en la capital española durante los años de la Segunda Guerra Mundial y donde intervienen tanto los países aliados contra Hitler como los que conforman el Eje.

Morir en noviembre es una historia en la que, por su complejidad, aparecen multitud de personajes; algunos reales y otros ficticios, aunque como el autor refiere en sus notas al margen, pueden estar basados en otros que sí existieron y cuya identidad revela. Incluso los hay que pueden sorprender en gran medida a los lectores por el pasado que arrastran y la organización a la que representan, especialmente, la de una empresa cosmética muy conocida en nuestros días.

Lombardi, que continúa su labor en la agencia Hermes con esa peculiaridad, impensable en un detective privado de novela negra, de no tener permiso para portar armas, y sin olvidar la seña de identidad de no llevar sombrero, como rojo que es. Además, sigue fiel a sus inseparables «Ideales», que junto al coñac, bebida presente casi todo el tiempo, lo acercan más a la idiosincrasia española de los años 40.

Torralba, su desmotivado compañero, que dice estar sopesando cambiar su labor de investigación por la de comercial de lencería, y Alicia Quirós, la joven y decidida secretaria de la Dirección General de Seguridad, siempre con su camisa de falangista.

Los tres forman el equipo perfecto, aunque ellos no lo sepan, para resolver este rompecabezas de espías y agentes de inteligencia.

Por otro lado, Luis Kramer, el enigmático alemán desaparecido, y la joven Rita, encontrada en trágicas circunstancias durante la búsqueda del primero, son los protagonistas de la investigación.

Carmen Saavedra, una viuda amiga del alemán, que es quien contrata a Lombardi, y Mila y Carolina, compañeras de profesión de Rita, son tres mujeres muy diferentes, sin relación entre ellas, pero fundamentales para retratar la injusta situación que debía soportar la mujer en la sociedad franquista.

CÓMO ES LA OBRA

La obra es un relato caracterizado por el tono irónico y humor ácido que utiliza el narrador. Un narrador que habla en primera persona y en presente y que, en muchas ocasiones, parece ser la voz del protagonista quien, a través de la cual, traslada sus reflexiones.

El lenguaje utilizado es directo y, a veces, duro, como corresponde al género de la obra. En ella predominan los diálogos y da mucha importancia a las descripciones físicas.

Además, presenta todos los elementos de una novela negra. Existe tensión y suspense hasta el último renglón, con momentos de acción que provocan un giro de tuerca en más de una ocasión y una mayor atención del lector. Por supuesto, no pueden faltar un protagonista de pasado escabroso y ánimo discordante con el sistema establecido, el ambiente umbrío, la violencia, muerte y hasta la mujer fatal que rompe corazones a sabiendas y en pro de sus intereses.

A lo largo de toda la obra, se muestra una riqueza extraordinaria de detalles, bien sea geográficos, políticos, criminalísticos o, incluso, futbolísticos, que hacen gala de la magnífica labor de documentación realizada por Galván.

Todo ello, con una continuidad cronológica sin más saltos temporales que los que revive Lombardi a modo de recuerdos o regresiones, como los llama él mismo.

MOMENTOS A DESTACAR

Desde su atalaya entre mármoles, los ojos de madera del Cristo de Medinaceli contemplan la reverente devoción de sus fieles, pocos a tan temprana hora.

Desde el principio, Guillermo Galván genera un ambiente lúgubre y frío. Con este comienzo ya ha provocado la atención del lector con intrigas en lugares inesperados.

Buenos tiempos, se dice él: con la República recién estrenada, las ferias, primero la de San Isidro y luego las del verano, lucían un jolgorio inaudito; las gentes se expresaban con vociferante alegría, como chiquillos, como si todo fuese nuevo, como si la vida acabase de empezar. ¿Dónde quedó aquello? Polvo y ceniza.

El narrador diferencia las épocas según el modelo de gobierno. Para la época en la que se desarrolla la historia, 1942, hay oscuridad, inseguridad, recato. En la República, sin embargo, había color, jolgorio, esperanza.

En julio, Franco había anunciado el ingenioso invento con que pretende dar pátina de dignidad a un poder omnímodo y personal obtenido a mordisco de legionario y disparo de cañón; se trata de la democracia orgánica, mucho más sana que la parlamentaria practicada en España desde la Restauración y que define los, para Su Excelencia, decadentes, sistemas occidentales…

Todavía no han impregnado el sagrado recinto con la acidez de sus sobacos, pero duele imaginar la sede de la soberanía popular convertida en madriguera de sotanas y uniformes; de paniaguados, lameculos y corruptos advenedizos.

Durante la descripción de escenarios, no solo se aprecia la ironía del narrador, sino un uso de las metáforas que denotan la calidad narrativa del autor.

—¿Sabes? —dice por fin—. Durante los cuatro últimos años, los que dura mi noviazgo, no han sido pocos los que me decían que para qué pedir tu firma si bastaba con tu certificado de defunción.

En sus diálogos, como este en el que interviene la, ya casi, exmujer de Lombardi durante la firma de la solicitud de nulidad del matrimonio con él, Galván representa a la perfección la sociedad de aquella época; en este caso, un mundo de hipocresía que llega al nivel de psicopatía, en el que alguien de misa y comunión diaria puede recurrir al asesinato sin ningún tipo de resquemor.

Se lo cargaron delante de sus narices… los testigos, en lugar de prestar auxilio al moribundo, se dedicaban a recoger las bolitas de caramelo que lo rodeaban para guardárselas en los bolsillos o llenarse la boca de dulce, como los niños que se arremolinan ante los regalos que lanza el padrino de un bautizo; los más osados incluso se atrevían a coger las manchadas con la sangre de la víctima.

Este es un momento que describe a la perfección y de una forma cruda la época de pobreza y hambruna que se vivía entonces, además de denunciar la falta de solidaridad entre nuestros congéneres, un rasgo presente en cualquier época.

Milagros Lucena es una mujer bajo las garras del determinismo.. Como presas viven buena parte de ellas, para qué engañarse, cada una con sus grilletes privados, a los que se ha unido además la pesada cadena de una dictadura que las quiere en casa, con la pata quebrada, sumisas y cristianísimas. Obediente sonrisa y labios sellados: ese es el modelo dictado para las mujeres desde púlpitos y cuarteles».

Esta es la denuncia más contundente sobre la situación de la mujer en la posguerra. Hay muchas historias sobre amas de casa que no pudieron sentirse realizadas como mujeres, pero también estaban aquellas que, aunque dieron el salto para ejercer su profesión, al final, vieron sus proyectos frustrados.

LO QUE ME HA PARECIDO

Con esta novela, Guillermo Galván nos muestra de la manera más amena un capítulo de la Historia Contemporánea en España; una época convulsa, peligrosa para los que no son afines al régimen que está en el poder; aun así, el protagonista, con un terrible pasado como represaliado en Cuelgamuros, ha tomado partido por el lado perseguido y no se priva de expresar su opinión siempre que puede.

De esta manera, durante la obra, el autor saca a la luz los tejemanejes y triquiñuelas de un régimen con vestigios tercermundistas y aprovecha el momento justo en la narración para contar las situaciones cotidianas de la gente de a pie de aquellos años.

Guillermo Galván va recordando, a lo largo de la novela, escenas o anécdotas del primer tercio del siglo XX de las que el protagonista realiza sus propias reflexiones.

Así, poco a poco, nos va desgranando la realidad de aquella época convirtiendo la novela en una excepcional clase de Historia con detalles imposibles de encontrar en libros de texto o internet; situaciones y datos que solo pueden conocer los que han estado en relación directa con aquellos que vivieron los tiempos de la posguerra.

Además, tampoco pierde la oportunidad de relatar detalles sobre la vida de personalidades del mundo de la cultura en el Madrid de principios del siglo XX como Felipe Trigo, del que se da la circunstancia que a cuyo nombre está uno de los premios literarios recibidos por el autor y por el que Galván siente especial orgullo, o la trágica historia de Hildegart Rodríguez Carballeira; regalándonos, además todo un paseo por la vida de los intelectuales tras la Guerra Civil.

Otro de los aspectos más llamativos de la novela es el aroma de la comida que sobrevuela siempre en el ambiente allá por donde vaya Lombardi y las ganas de este de catar un buen plato o el hecho de que no tenga vehículo propio y se tenga que desplazar a todas partes en transporte público, una oportunidad, por cierto, de conocer la red de metro y autobuses de Madrid y alrededores de la época.

En definitiva, Morir en noviembre es una novela que nos convierte en testigos directos de un caso policíaco en el que se van colocando, poco a poco, piezas de un puzle que se complica cada vez más, dándonos la oportunidad de investigar y sacar nuestras propias conclusiones junto con el protagonista, que nos muestra un mundo decrépito, el «del quiero y no puedo» de un país que busca estar entre los grandes, pero que no encuentra su sitio por culpa de su mediocridad.

Pero Guillermo Galván centra la atención en un tema principal, al igual que hizo con los dos anteriores libros de esta saga. En este caso, expone la situación social y privada de la mujer durante los años de Franco, una realidad sombría, de sumisión y amordazamiento, en la que no faltaban el abuso y la violencia sobre ella, incluso para aquellas que seguían el dogma establecido por el régimen y, sobre todo, para las más vulnerables.

Con esta obra, veremos una trastienda política llena de corrupción, de delincuencia, conspiraciones y traiciones. Una historia trepidante y de acción, con un final de lo más sorprendente.

BIOGRAFÍA DEL AUTOR.

Guillermo Galván nació en El Grao de Valencia en 1950 y, con solo dos años, sus padres se trasladaron a Madrid.

Es escritor y periodista, profesión que ejerció durante más de 30 años, fundamentalmente, en la Agencia Efe.

LIBROS PUBLICADOS

La mirada de Saturno (Premio Tiflos 1999/Brand 2001/Booket 2003/Evohé 2012.

El aire no deja huellas Finalista Albacete de Novela Negra 2001/Diputación 2002.

Aislinn/Sinfonía de un fantasma Premio Río Manzanares 2002/Algaida 2003.

De las cenizas Premio Felipe Trigo 2003/Algaida 2005.

Llámame Judas Premio Alfonso VIII 2006/Edaf 2006.

Antes de decirte adiós Suma de Letras 2009.

Sombras de mariposa Premio Hislibris 2011/ La Esfera de los libros 2010.

Cuida de Chester Evohé 2013.

El aliento del lobo Premio Felipe Trigo de novela corta 2013/Algaida 2015.

SERIE LOMBARDI

Tiempo de siega (HarperCollins 2019).

La virgen de los huesos (HarperCollins 2020).

Morir en noviembre (HarperCollins 2021).

REDES SOCIALES

Twitter: @GuillermoGalvaO

Instagram: @GuillermoGalvaO

Facebook: guillermogalvao

ENTREVISTA ENCUENTRO CON UN AUT@R CON GUILLERMO GALVÁN:

https://youtu.be/5jt9zXBTF_Y

Olga Lafuente.

11 Comentarios

  1. ¡Que maravilla de reseña Olga! La verdad que a la altura a la que tú nos tienes ya acostumbrados, «Morir en noviembre» al igual que el resto de novelas de Guillermo Galván son de lectura imprescindible. Además que os engancha desde el principio., ya lo leeréis. .. Chapó Olga. 🙂

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    1. Sí que es verdad que engancha y, además, entran ganas de saber más porque, como digo ahí, es una magnífica clase de Historia. El autor menciona a varios autores e intelectuales de la época y, de momento, me ha llamado mucho la atención la obra de Hildegart Rodríguez Carballeira. Tengo ganas de conocer más casos de Lombardi por lo que se aprende.

      Le gusta a 2 personas

      1. Totalmente Olga además Guillermo hace un trabajo inmenso de documentación, el es periodista (jubilado) pero, su pasión por la investigación es el resultado de ésta maravilla de saga. Yo me declaro «Lombardiana» total.

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