Le dieron un trabajo divino: pasar por el mortero a todo el que obre mal. Luego le cortaron las manos, le quitaron el mortero, y la convirtieron al algún tipo de acero inoxidable mezclado con madera reciclada (porque era lo que estaba de moda). Y ahí está, inmutable por fuera, sollozante por dentro; viendo cómo toda la injusticia de un pequeño mundo se eleva sobre sus hombros; con su mortero irreal, que no hace más que machacar su cabeza con el peso de la ingente y sosegada máscara social.
JudithAA
Imagen: Canva
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Este es un relato difícil que necesita que se relea varias veces. Me encanta porque es de los que hace pensar, y es que, tras las metáforas, aparece un mensaje vehemente.
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Wow, Judith, un micro con palabras que suenan a sentencia. Buenísimo.
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Qué bien que te guste🙌🙌🙂🙂🙂📚📚📚
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Eres especial desarticulando metáforas 🤓☺️👌📚📚📚
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¡Que maravilla Judith! Que imaginación y en tan pocas palabras. Como dice Mary, da para releerlo y pensar…Tiene un puntito… 🙂
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La maravilla es que te haya gustado. Mil gracias por tus lindas palabras; maestra de versos🤩🙌🌹
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Un relato que no te deja indiferente. Tanto en tan pocas palabras.
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Gracias por este comentario tan especial🙏🤩📚
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