Y…

Entre tus tormentas
deambulé más de una noche.

Noche tras noche,
caída tras caída
fui degastando mi yo supremo
para… qué,
para acabar saltando en paracaídas
a un charco.

Porque ese miedo que me cubre
como una pátina,
lo tomé de ti como una ofrenda
y lo hice tan mío
que creí en Él,
fuí Él,
muero en Él.

¿Pero?…
¿Qué fue de ti
sin tus miedos?
¿Sin mí?

Quizás tan solo un quizás,
un tal vez confundido,
un dos sin su uno,
un cero que muere tras una coma,
una o sin disyuntiva,
un amor que no tiene ser amado…
o una y que fallece la última
en un texto inacabado,
eso una y…

6 Comentarios

  1. Caída tras caída
    fui degastando mi yo supremo
    para… qué,
    para acabar saltando en paracaídas
    a un charco.

    A veces el salto desesperado es lo mejor y más acertado… Siempre encontraremos algún charco de agua clara, un verso de nueva vida, con nuevas palabras bellas y sobre todo, bien rimadas.
    Gracias por soltar adentros y que los podamos saborear.

    Le gusta a 1 persona

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