Excalibur y Uther (Miguel Jaldo Girela, autor invitado de la semana)


Algo cayó del cielo, tiempo atrás,
lo vieron bajar envuelto en llamas,
todos se asustaron ante el estruendo
provocado por lo que cayo ardiendo.
Al verlo en el suelo sin arder,
lo tomaron como algo sagrado,
—¡Un augurio! —Dijo el druida en su favor— Hagamos algo con esa piedra,
que los dioses nos han dado,
construyamos una nación
con ese metal venido del cielo.

Forjaron una espada de unión,

un arma mortal
que uniría a toda una tierra,
bajo los brillos de aquel portador

de la espada
solo el más preparado
podría portarla.
Portar la unidad de los pueblos
y de sus gentes en un reino de paz,
esa espada fue nombrada,

¡¡Excalibur!!
“La venida del cielo para unir
a aquellos que vieron las llamas,
a aquellos que eran dignos de los dioses”
El druida dio las instrucciones
para la forja de la espada, guiado por la dama que daría

el agua para templarla,
la Dama del Lago,
Dama que albergaría la espada
para el hombre de la Unión.

Imagen Pixabay libre de derechos.


Merlín, el druida, aceptó
pues vio sabiduría en su propuesta.
Pero el corazón de los hombres,
ávidos de gloria, traicionó
el espíritu de la espada,
todos la deseaban
por sus fortunas venideras
y el poder de la espada.
La nación que debía unirse
se desvaneció.
Pero un líder militar apareció,
Uther, Uther Pendragon
tomo la espada
y está brillo hasta la unidad
de toda la tierra sin más luchas,
sin más luchas tribales.

Pero que pronto olvida
el hombre su deber,
la vanidad se apoderó
del rey, por un deseo de locura,
locura por la mujer ajena,
cual rey David por la mujer de Urías.
Merlín accedió a la petición
de Uther, con una condición,
le pidió el hijo
de esa unión, contra la tierra,
hijo que nacería de ambos,
como sello del hechizo
que le llevaría a su pasión ciega,
a su propia destrucción,
pasión que se vengó
con la muerte del usurpador
del lecho ajeno con engaños.
Poseyó a la mujer del duque,
generando la maldición de Morgana,
la hija del duque.
Cuando Uther no quiso
cumplir el pacto sellado,
esa funesta noche,
Merlín le recordó su palabra,
éste cumplió de mala manera
y quiso recuperar a su hijo,
los desleales al rey,
lo emboscaron y mataron
ni Excalibur le protegió,
peor antes de morir, introdujo a Excalibur
en la roca, nadie la poseería,
salvo su linaje.

Biografía

Miguel Jaldo Girela, nacido el 5 de Abril de 1964 (el año de The Beatles), en Granada, en el
seno de una familia humilde y trabajadora, de mi madre aprendí y adquirí el amor a la lectura y
a los libros.
Licenciado en Filosofía por la Universidad de Granada, profesor de la enseñanza pública desde
1996, siempre en la enseñanza pública, donde creo que explico Philosophía y algo más.
Amante de la Historia antigua y medieval, también de la música clásica y del rock-pop y demás.
Apasionado del cine, del clásico en especial, pero del buen cine.
La poesía es mi pasión por la libertad que nos proporciona al leerla, también al escribirla.

Poemarios:

Dimensiones Paradigmáticas. Editorial Circulo Rojo (2021).

Pathos autografía Editorial (2022).

Para contactar con Miguel:

Twitter: @JaldoGilera

Instagram: melkor3967

Facebook: Miguel Jaldo Gilera

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4 Comentarios

  1. Muchas gracias querido compañero por plasmar en este poema, esta historia repleta de belleza. Un placer tenerte como autor invitado, un abrazo enorme. ¡Cuídate mucho!

    Le gusta a 1 persona

  2. Oh, hacía mucho que no leía una historia con toques medievales y místicos (son tan especiales). Qué gran honor leer una traza del trabajo de este autor👏🏾👏🏾👏🏾
    PD: a ver cómo me hago con los libros👌👌👌

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