Cuándo mi sol se apagó.


De día el sol me decía por donde caminar para no tropezar, pero una vez, el sol parpadeó y de hinojos caí.

El rey de los astros en nuestro sistema planetario, brilló tan intenso que, ardía en mis córneas, y luego sin mas, se apagó por mas tiempo de lo que duran 7 noches.

¿Que lección me intentas dar? Le pregunté. Y su silencio igual que su luz, nada. Las lágrimas humedecieron la sequedad de mi nostalgia.

¿Acaso brillará de nuevo para mí,algún día? Me pregunté. Llegó otra noche y con ella la luna, y ninguna de ellas tenía la respuesta, del porqué fue que mi sol se apagó y me condenó a una oscuridad eterna.

Aquí, donde aún estuve esperandolo, ví y por primera vez aprecié la belleza de las estrellas. Otros soles que a millones de kilómetros, están alumbrando los caminos de sus hijos, guiándolos y enseñándoles a vivir.

En la orfandad y con poca visión, tropiezo tras tropiezo, aprendí a vivir en las tinieblas. El frío, con el tiempo, empezó a saberme bien. La hermosura de la luna y las estrellas, tan inalcanzables, me mantiene con ánimo.

Si me querías dar una lección mi sol padre, la aprendí, y esa es, aprender a vivir sin tí. Vuelve a alumbrar si quieres, yo me regocijaré con tu calor, pero si no vuelves a alumbrar, estaré igual de bien.

11 Comentarios

  1. Gibran que grande eres, me encanta este relato y ¡todos! Con esas frases, poco a poco un poemario…Además siempre hay un buen mensaje, así que muchas gracias por tus letras. Un abrazo enorme y muchos besitos.

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