(O Porqué una Intención Vale Más que Mil Palabras) |
Cuando despertó del sopor, su mirada borrosa solo distinguió sombras.
— Seguro ya despertaste…
«Claro. Seguro le echaste algo al «Clericot». En cuanto pueda moverme…»
— Ahora vas a tratar de moverte…
«¡Por supuesto que me voy a mover! Y lo vas a lamentar…»
— Y te vas a dar cuenta de que no puedes moverte.
«¡Qué inteligente te has vuelto! A ver…Parece que estoy amarrado… Voy a ver si …»
— No te canses. Tuve tiempo para apretar todos los nudos. No podía descuidar eso. Si te sueltas antes, yo voy a la cárcel de gratis. Si voy a ir, no va a ser por un intento. Va a ser por haberlo hecho. Si yo supiera que me iban a hacer caso al denunciarte… Pero sé que tus amigos te apoyarían, y a mí me hundirían. Así que…
Suspiró largamente.
«A ver… No… Esto es un error ¿Qué te sucede? Maldita sea, ¿sabes qué estás haciendo…?»
— Sí. Aquí se termina todo… No sé: cuando alguien mata a alguien, y luego preguntan en el juicio qué fue lo que mató a la víctima, ¿qué pasa si usas pistola? ¿Qué mata a la persona: la bala o la pistola?
«¡Qué ocurrencias tan imbéciles! ¡Por eso te pasa todo lo que te pasa! ¡Desátame!»
El hombre se agitó violentamente, pero no pudo moverse. Estaba inmovilizado, boca arriba, mirando fijamente la madera del piso superior. Se dio cuenta que estaba debajo del piso de la cabaña que habían comprado, y que iban a remozar ese fin de semana.
— Sí: la pistola dispara la bala, pero la bala pasa a través de la cabeza, y es por causa de ella que cesan tus funciones vitales. En un juicio tendrían que determinar si en realidad la bala quería o no matar a alguien. Y si no se puede demostrar eso, entonces uno sale libre.
«¡No cabe duda que estás loca! ¡Malditamente loca!»
— Sé qué cosas me dirías ahora mismo. Por eso me aseguré de amordazarte por completo. Y fijar tu cabeza justo en esa posición.
En efecto: una soga tironeaba de su cabeza cuando intentaba moverla…
«¡Maldita gata enferma! ¿Qué te propones?»
— Hay cosas que quisera preguntarte… Pero no creo que tengas respuesta para decirme qué hacían las sogas en la cajuela del coche, ni creo que quieras contestarme para qué traías el cuchillo montero.
El cuerpo del hombre se aquietó. Ella lo sabía…
— Pero era muy obvio. Elegiste esta cabaña para matarme y dejar mi cuerpo por esta zona. Lo bueno es que nadie más sabe que vinimos acá….
Una lágrima comenzó a escurrirle….
— Al rato van a venir los obreros a remozar la cabaña. Van a clavetear este piso y tu cabeza está justo en medio de un riel que van a reforzar con clavos muy largos. Y con el escándalo de los martillos nadie va a escuchar si alguien está gimiendo desesperado debajo de las tablas. Así que… ¿Qué crees que digan en mi juicio? ¿Fue el clavo, o el martillo? La respuesta es: ninguno. El culpable eres tú, porque quien quería matarme eres tú. Y con eso provocaste tu muerte. Así que… Cada vez que escuches un martillazo cerca de tu cabeza, no se te olvide que de la misma forma tuve que soportar por años todo lo que me hiciste, como si estuvieras martillando mi cordura con insultos, humillación, sarcasmos… Con golpes… Nunca voy a poder curar esto. Pero menos iba a poder si dejaba que me mataras. ¿Sabes? Pensé que a lo mejor tenía sentido que me mataras, y hasta podía haberme dejado. Pero no vi razón para darte ese placer. Bueno… No tiene mucho sentido ponerse a platicar ahora. Te agradezco que facilitaras todo con las cuerdas. Adiós.
Sacudiéndose, intentó liberarse, pero falló de nuevo. Y cuando una hora después los obreros con martillos neumáticos comenzaron su labor, entendió que efectivamente lo que matan son las intenciones. Cuando el clavo martillado a velocidad mecánica hendió su cráneo, aún escuchó el golpe, que como un espasmo convulso le produjo un apagón de oscuridad…
Bajo el piso de madera de la cabaña, la sangre manaba de su cráneo como de una fuente…

Biografía literaria:
@Paul_Raven666
Jesús Francisco García Reyes
Formación Académica:
Egresado de la Escuela Nacional Preparatoria 6, Plantel «Antonio Caso» en Área 5 Humanidades Clásicas, y Licenciado en Literatura Dramática y Teatro en la Especialidad de Dramaturgia.
¡Madre mía! Qué relato más bueno. No sólo está muy bien escrito sino que planteas unas escenas impresionantes. Simplemente me encantó este terror.
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¡Qué gran historia, Maestro Paul! Me dejó impactada. De relectura obligada.👏👏👏
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Es verdad, es una excelente historia!!!
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Tienes razón, el texto está muy bien estructurado y es genial.
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Usualmente no leo este estilo de literatura. Pero debo felicitar al autor por su forma de relatar, me parece estar viendo la película. Además plantea muy bien los problemas actuales de relaciones tóxicas.
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Es muy cierto, mi querida María, un excelente texto que te lleva a recrear imágenes como de película.
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Un relato espectacular. Me ha sorprendido gratamente. 👌👏👏👏👏
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Es un buenísimo relato que mantiene la tensión de principio a fin. Atrapa la atención preguntándose uno quién es esa misteriosa mujer, pero al final, lo que importa es saber por qué ha llegado a eso. Son muchas las cuestiones que se hace uno durante el relato, y eso es genial.
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