De viaje a la nada,
sin petate con el que cargarse.
Una casa abandonada.
Una solitaria cama.
Una noche estrellada
tumbado sobre la fría hierba.
Pensamientos.
Reflexiones.
Sueños muertos
como esas estrellas
que en el cielo vemos.
Un mero reflejo
de lo que un día fueron
rutilantes y ardientes astros,
al igual que lo fueron
nuestros besos.
Reflejos a los que miramos.
Obnubilados.
Lanzando a sus brazos
nuestros sueños y esperanzas,
nuestras poesías,
nuestras plegarias.
De viaje a la nada.
Billete de sólo ida.
Sin equipaje.
Sin sonrisa.
Casi sin vida,
pues está, como esa estrella
que nos mira,
está apagada.
Esta extinta.
📸 Myriams-Fotos(PIXABAY)