Yo no sé amar,
no así, en ratitos y a escondidas como lo hacen hoy en día,
porque yo amo con la misma intensidad de un mar embravecido
que busca penetrar con sus olas a las piedras,
como el sol busca encontrarse con la luna.
Yo no sé amar sin esos detalles,
que se esparcen como el polen que llevan las abejas a su paso.
Yo no sé amar sin alimentar con versos el alma,
o sin la miel de una flor que busca el colibrí.
Yo no sé amar sin hacerlo como esos amores a la antigua que te miran sin malicia,
esos que te sonríen de frente y te recobran la calma.
Yo no sé amar sin tomarte te la mano o sin ofrecerte mi regazo.
Yo no sé amar con dudas, porque cuando entrego el corazón lo hago dejando aún lado la razón.
Yo no sé amar…