Dos perfiles de víctima II,  #TÚmiPOEMA ©

«DOS PERFILES DE VÍCTIMA«

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Feline parecía aturdida en presencia de la policía, debía prestar una primera declaración, en el lugar de los hechos, fue ella la que envió el mensaje de emergencia desde su celular, tuvo asistencia sanitaria in situ, por los golpes propinados por Viktor.

Matteo y Viktor corrieron peor suerte, yacían ensangrentados semiconscientes y fueron trasladados de urgencia en ambulancias al hospital, escoltados por vigilancia policial, eran sospechosos hasta que la principal testigo Feline, aclarara con su testimonio la situación.

Viktor, un individuo zarrapastroso, con harapiento aspecto y malherido, durante el trayecto al centro hospitalario y dentro de la unidad móvil sanitaria, entre balbuceos repetía:

_ ¡Yo, no he sido!

Feline continuaba en la playa, narrando con algunas incoherencias lo sucedido, mientras llegaba un mando superior asignado para la investigación, era el sargento Michel Dubois, de la gendarmería nacional de Francia, se acercó a la víctima y se presentó, cuando miró a los ojos a Feline, una hermosa mujer pelirroja con sus vestimentas rotas, desaliñada y cabizbaja, murmuró:

_ Su cara me es familiar…

El sargento Michel Dubois, revisó toda la documentación de Feline y parecía estar en regla, mientras que los dos sospechosos hospitalizados, aún no estaban identificados, era urgente contrastar si tenían antecedentes penales.

Feline, se acercó con premura al sargento y le pidió por favor, rogándole casi de rodillas:

_ ¡Ayúdeme y sáqueme de aquí!

El sargento Dubois, accedió a llevarla a la central de policía, quizá en un lugar tranquilo, sería más aclaratoria su atestación, hasta ahora inconclusa y con argumentos expuestos en mera contradicción.

Al llegar al despacho privado del sargento Dubois, Feline insistió con ansia, de si estaban completamente solos, que le confirmara de inmediato, que no hubiese cámaras grabando, ni nadie vigilando que pudiera oír su conversación, debía confesarle algo, en la más estricta intimidad. El sargento Dubois, desactivó únicamente de su habitáculo de trabajo, el botón de las cámaras y audios de vigilancia en el circuito cerrado y privado de la central de la gendarmería nacional , estaba estupefacto, intrigado y expectante, le urgía saber, qué le estaba pasando a Feline

_ ¡Adelante Feline, hable! Ya estamos completamente solos, el audio y las cámaras desconectadas de estas cuatro paredes.

Feline, abordó al sargento Dubois y le besó apasionadamente, cuestionándole

_ ¿Te acuerdas con este beso, ahora de mí, sí o no?

El sargento Dubois, atónito, recordó rápidamente quién era

_ Amelie, dime ¿Eres tú?

La mujer que hasta ahora decía llamarse Feline, fue su primer amor, estudiaron juntos en la academia de policía y desde hacía 15 años no se veían, ni sabían absolutamente nada, el uno del otro, ni de sus respectivos paraderos.

Feline asintió, de cerca, boca a boca con el Sargento Dubois

_ ¡Sí, querido Michel, soy Amelie!

Ambos tenían mucho que contarse, sobre todo porque Amelie, era una agente especial y secreta de la policía, llevaba más de dos años preparando la detención de Matteo, un asesino en serie y un depredador sexual que mataba con un mismo ritual, a la séptima cita a sus víctimas.

Amelie, se preparó a conciencia su papel, con una identidad falsa, la de Feline, interpretó hasta parecerse al mismo perfil de fémina que obsesionaba y era el objetivo principal que asediaba Matteo, tras estudiar al detalle, las características y modus operandi de sus anteriores diez asesinatos, al milímetro investigados.

Feline era una mujer hermosa, aparentemente y de semblante ojerosa, pero con sonrisa esperanzadora, de profesión se hizo pasar por mesera y con una vida bastante rutinaria que sabía que Matteo la seguía y que la espiaba hacía meses, pero Matteo cayó en su red y Feline ¡No iba a ser su onceava presa! Matteo, se convertiría en el cazador ¡Cazado!

Todo estaba previsto para esa noche en la cabaña propiedad de Matteo, situada en Francia, a las orillas de Calais, planeaban tenderle una emboscada y arrestarlo, pero en el último momento prefirió cambiar de escenario y llevar a Feline a una playa aislada y en dirección contraria a la ubicación de su cabaña, quizá Matteo, ya empezaba a sospechar de ella, porque Feline no estaba siendo una presa tan fácil, como él preveía, Feline actuaba distinta a las demás, pero apareció Viktor en escena, un vagabundo maleante, en busca y captura por una larga lista de delitos cometidos en toda Europa, creyendo al principio que Viktor había entorpecido todo el operativo policial preparado, pero en realidad con su aparición, ocurrieron dos cosas favorables, primero Viktor salvó a Feline de las garras de Matteo, que se encontraba sola ante el peligro, alejada de todo el dispositivo policial habilitado en la cabaña de Matteo y en segundo lugar también ayudó que Viktor se delatara con su intento fallido de violación a Feline, así se le pudo atrapar, al ser identificado por las fuerzas de la ley.

Finalmente, Viktor y Matteo fueron detenidos y puestos a disposición judicial, rindiendo cuentas indistintamente los dos, por todos sus crímenes perpetrados.

-FIN-

SÍNTESIS Y TÍTULO para el desenlace:

Dos cazadores, cazados por una misma agente especial, de doble identidad”

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