Revista digital submarino de hojalata
No llores más, bella flor,
quizá fue el destino
el que me hizo tropezar
en tu camino para
evitar que el dolor
deshojara los pétalos de
tu valioso corazón.
No llores más, bella flor,
sigue sonriéndole a la vida
que para tristezas
bastan y sobran
las mías.
No llores más, bella flor…
Me ha emocionado el texto. A veces, queremos tanto a una persona que preferimos que su dolor pase a nuestra carne.
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