Una, dos, tres piedras más. Tropecé, me levanté y volví a caer. Cada vez fue peor que la anterior y a pesar de todo continué. La última vez, decidí llevar mi piedra en el bolsillo ¡Le había tomado tanto cariño!
Una, dos, tres piedras más. Tropecé, me levanté y volví a caer. Cada vez fue peor que la anterior y a pesar de todo continué. La última vez, decidí llevar mi piedra en el bolsillo ¡Le había tomado tanto cariño!