En noches frías, de rostro salado,
me arropo con millones de pensamientos;
a veces puros, otras, insanos,
que en ocasiones son inhumanos
y no hacen más que desesperar.
Busco en mi mente tantas salidas
y abro mil puertas
que se deshacen bajo mis uñas,
buscando tantas alternativas.
Y solo consigo enloquecer,
ver el final aún más nefasto que aquel principio.
Y siempre vuelvo al mismo lugar.
No hallo consuelo en mis sueños locos
y siento que muere, poco a poco,
ese destino que un día rocé
con las papilas que mi memoria convierte en ecos.
A veces grito:
«no más mentiras,
sueña otro cuento, lo olvidaré».
Mas esta mente casi obsesiva, no da reposo,
va a la deriva.
Anda sin pies y sin cabeza.
No encuentra forma de sosegar
irrealidades que nunca fueron y no serán.
Casi sintiendo que no respiro,
veo otra luz, cierro los ojos,
creo una idea
y vuelvo a empezar.
Imagen: Pixabay
Qué bien sabes describir los sentimientos. Esa es la angustia que, a veces, se siente en las noches de insomnio, pero muy pocos saben explicar cómo es. Me ha encantado
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Ohhh, millones de gracias. A veces hay sentimientos tan difíciles de explicar. Te agradezco los ojos lectores y las palabras💕💕💕
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