No todas las personas pueden ser como yo. No obstante, a todos nos han deseado la muerte alguna vez y a mi pagan por hacerlo.
Es simple, cada cual usa la imaginación como sabe o cree conveniente.
Aún me queda algunos años en este oficio, pero ya comienzo a plantearme: ¿cómo quiero morir yo? ¿Debería buscar una discípula o dejar que la vida me cobre como trofeo y me suma en mi propio infierno? No lo sé. Solo sé que con los años, los infiernos cambian.
aliciaadam.com