Recuerdo un día solitario
miré mi belleza en el espejo
dolía no entregarme
el amor no estaba
era un anhelo
una invocación diaria.
El placer me visitaba
con pausas largas
y manos frías.
No debí esperar
lo que nunca llega.
Fui cobarde al no obedecer
el brillo de mis ojos
decían la vida eres tú
ábrete a lo incierto
permite el encuentro.
Nada duele tanto como no vivir
ponerle pausa a tus mejores días
dejar que el tiempo pase sin sentir.
Gracias por el aporte.
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Precioso poema. El tiempo es implacable; a veces debemos vivir intensamente dejándonos llevar por nuestros deseos…quizá, luego no haya tiempo. Gracias por este poema amiga🥰🥰👏👏👏👏
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