Convirtamos cada mañana
en una batalla ganada
contra la desidia y la
desesperanza.
Apartemos a los fantasmas
que acosan nuestras
almas.
Fantasmas de miedo,
odios,
silencios.
Hagamos de cada amanecer
un nuevo renacer
a la ilusión
que está por nacer,
por hacer,
por crecer.
Convirtamos cada mañana
en un combate de besos
e incluso de versos.
Hagamos de cada mañana
nuestra casa donde
guarecernos
de todos los peros y los quizás.
Hagamos de cada mañana
una nueva esperanza.
Blog: elriconolvidado.home.blog
Es precioso.
Me gustaMe gusta
Muchas gracias!!!
Me gustaMe gusta
Gracias!!!!
Me gustaLe gusta a 1 persona